La Ciudad Educadora es mi Colegio donde podré ser feliz

La Ciudad Educadora es el lugar de libertad donde nuestros niños ciudadanos exploran, juegan, sueñan e interactúan. Es la conjugación de múltiples lugares para que el acto de aprender sea una realidad con el pleno goce que permite la exploración y la indagación. Es el lugar donde nuestros niños respetan la diversidad, donde se gesta la conciencia ambiental y se habla de consumo responsable. Allí resuenan las risas de los niños que viven la alegría de aprender.

La Ciudad Educadora es mi Colegio, es donde me siento feliz.

La Ciudad Educadora es nuestro colegio estudiamos y nos divertimos aprendiendo a leer a contar, compartir y también a cuidar.

El motor del futuro , así se podría describir la Ciudad Educadora, más que un lugar, es un pasaporte al progreso tanto personal como intelectual. La Ciudad Educadora es símbolo de cambio, nos hace sentir felices, responsables, pero principalmente orgullosos. Es una experiencia que contribuye al desarrollo.

La Ciudad Educadora es familia, es un espacio donde nos encontramos los unos a los otros, es nuestro hogar, de estudiantes, maestros y padres. Es nuestra esperanza y nuestro camino, allí nos sentimos seguros después de enfrentar cualquier desafío. Es un recorrido de alegrías, una oportunidad para quien no la conoce y un sueño que se convirtió en realidad para quien ya la ha vivido.

La Ciudad Educadora es el lugar de libertad donde nuestros niños ciudadanos exploran, juegan, sueñan e interactúan. Es la conjugación de múltiples lugares para que el acto de aprender sea una realidad con el pleno goce que permite la exploración y la indagación. Es el lugar donde nuestros niños respetan la diversidad, donde se gesta la conciencia ambiental y se habla de consumo responsable. Allí resuenan las risas de los niños que viven la alegría de aprender.

La Ciudad Educadora es nuestro colegio estudiamos y nos divertimos aprendiendo a leer a contar, compartir y también a cuidar.

El motor del futuro, así se podría describir la Ciudad Educadora, más que un lugar, es un pasaporte al progreso tanto personal como intelectual. La Ciudad Educadora es símbolo de cambio, nos hace sentir felices, responsables, pero principalmente orgullosos. Es una experiencia que contribuye al desarrollo.