ISO 21001:2018, el nuevo estándar de sistemas de gestión para el sector educativo

Por: Bureau Veritas Colombia

Bureau Veritas es un líder mundial en servicios de verificación, inspección y certificación desplegados a través de más 75.000 colaboradores en más de 140 países, quienes llevan nuestra filosofía y mejores prácticas a nuestros clientes en todos los sectores de la economía para la mitigación de sus riesgos en su modelo de operación, salvaguardando su reputación y asegurando la continuidad de su negocio.

Son múltiples las iniciativas en la mejora de la calidad de la educación y el fortalecimiento de su impacto sobre el bienestar de la población y el progreso económico. En ese sentido, y alineado al Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4 Educación de Calidad, el Comité ISO/PC 288 de la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) desarrolló la norma ISO 21001 como un referente para los proveedores de servicios de educación en su búsqueda por cumplir con los retos que trae los nuevos ambientes de aprendizaje y la construcción de procesos de conocimiento determinados por las disrupciones tecnológicas, los cambios demográficos y los crecientes requerimientos regulatorios.

Cabe señalar que la ISO 21001 fue elaborada con un lenguaje general aplicable a cualquier organización que “provea, comparta y facilite la construcción de conocimiento a través de la formación, entrenamiento e investigación, independientemente de su tipo, tamaño o servicio ofrecido”. Adicionalmente, sus capítulos o cláusulas están alineadas a la estructura de alto nivel que la ISO ha implementado en la actualización de sus normas de Sistemas de Gestión: Calidad (ISO 9001:2015), Gestión Ambiental (ISO 14001:2015), Seguridad y Salud en el Trabajo (ISO 45001:2018), eficiencia energética (ISO 50001:2018), entre otras; lo cual facilita la integración de los Sistemas de Gestión y el sostenimiento de los mismos.

El Sistema de Gestión para Organizaciones Educativas (SGOE) es una oportunidad para repensar los modelos unidireccionales entre un proveedor de conocimiento y un cliente, migrando a escenarios de co-creación y de aprendizaje a lo largo de la vida. En otras palabras, este estándar propicia la identificación sistemática de mejores prácticas para entender en su complejidad las variables del proceso educativo y transformarla en un modelo de operación adaptado a estas que entregue consistentemente servicios de calidad que aumente la probabilidad que el estudiante alcance los resultados propuestos a través de  los imperativos o rutas sobre las cuales construir o mejorar los modelos de operación:

• Enfoque en los estudiantes y en sus beneficiarios (incluida la comunidad)
• Liderazgo visionario
• Compromiso y convencimiento de las personas
• Enfoque de procesos
• Mejoramiento continuo
• Decisiones basadas en evidencia
• Gestión de relaciones y alianzas
• Responsabilidad social
• Accesibilidad y equidad
• Conducta ética
• Seguridad de la información y protección de datos

Finalmente, es necesario recordar que el modelo educativo que escojamos hoy determinará el modelo de desarrollo que tendremos en el futuro. Hoy el problema de las organizaciones no es la velocidad de los cambios sino la aceleración de los mismos, por lo que nuestro reto no solo está en adaptar las organizaciones para afrontar esto sino también co-construir con los estudiantes los modelos mentales adaptativos que les permitan responder mejor en cada faceta de su vida.